Lo que antes traía la cigüeña, ahora llega a tu casa a través del correo, gracias a un servicio que ofrece una empresa de Dinamarca. Cryos es el banco de esperma más grande del mundo, que pone a disposición de los interesados una amplia gama de muestras de semen.
Una vez realizado el pedido, Cryos expide una caja con la muestra de semen para que la mujer se realice la inseminación de manera casera. Junto con el paquete llega un instructivo que explica paso a paso cómo realizar el procedimiento.
"Algunas corrientes que le den más valor a la finalidad van a ser un poco más permisivas y van a permitir que se realicen acciones que pueden ser contempladas legalmente en algunas países o no. Y otras visiones que son más restrictivas, y que se centren más en el respeto por la persona, aún por la personas no nacidas, van a ser más restrictivas en sus observaciones. No es que la bioética va a dar una respuesta única", comentó Moya, en diálogo con el programa Zona Violeta de Sputnik.
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Moya también planteó que las personas que acuden a estos servicios deberían estar alertas sobre el tipo los estudios que se realizan a los donantes y su rigurosidad, así como el control de calidad de las muestras y las condiciones en las que se conserva y transfiere.
"Hay bancos que tienen estudios genéticos más profundos y hay otros que tienen menos profundos. Nada de esto está regulado. Hay recomendaciones que tiene la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva, las últimas del 93 o 94, que establecen de qué manera se deben obtener y guardar las muestras, y qué estudios se le deben hacer a los dadores", dijo la experta.
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Si la calidad del semen o su conservación no es buena, puede que una mujer se haga varios tratamientos sin éxito. Además, si no hay un estudio exhaustivo de la compatibilidad entre receptor y dador, hay más riesgo de desarrollar patologías a causa de posibles mutaciones en común o "más o menos el mismo origen". En cuanto a la conservación del semen, según la médica, "todo depende de cómo lo empaquen".
"Yo creo que una empresa que va a transportar un producto con determinados controles de calidad, aunque no esté regulado, por el propio nombre de la empresa va a cuidar el transporte de la mejor manera. Hay que ver quién se hace responsable de cómo llega el material. Si la empresa que lo envía, la empresa que lo transporte o la persona que lo recibe", comentó la catedrática.
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En la segunda visión, para Moya hay que reflexionar sobre el hecho "de que elijan tus características antes de que nazcas", tanto en el plano físico como intelectual, y el derecho a conocer el origen biológico.
"Si nos centramos en el niño por nacer, decimos que hay informarle su origen biológico, de quién es su progenitor, para que sepa quiénes son su medios hermanos. Porque si los chicos medio hermanos tienen hijos, cuando los dadores son anónimos, tienen una chance de un 30% de que sufran enfermedades genéticas debido al parentesco. Y eso cuando uno se centra en los deseos de los adultos, y no en la protección del niño por nacer, lo deja descuidado", concluyó la especialista.
Escuche la entrevista completa en Zona Violeta.