"Esta sí es una crueldad que no define ninguna estrategia migratoria, yo creo que esto ya cae bajo otros índices", señaló el subsecretario federal de Población, Migración y Religión, en entrevista con el noticiario mexicano Radio Fórmula.
La declaración es la primera respuesta gubernamental al secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Kelly, quien confirmó el lunes que el Gobierno de Donald Trump considera separar a las madres y los niños que cruzan juntos de manera ilegal la frontera de EEUU.
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Roque Villanueva exhortó a "tratar de impedir esta actitud que francamente hiere la sensibilidad, no solo de los mexicanos, sino de la comunidad de las Naciones Unidas".
"Los derechos humanos tienen rango obligatorio para cualquier país, incluso, por encima de su Constitución", dijo el miembro del gabinete de política interior del presidente Enrique Peña Nieto.
Esa política tampoco favorece a los hijos de migrantes nacidos en EEUU, porque "perjudica a un ciudadano, a un miembro de la comunidad norteamericana, porque el niño nació allá, está operando en contra de un norteamericano infantil", advirtió.
"Por el otro, si se quedan allá los hijos, con el deseo de que estudien, aprovechando su nacionalidad estadunidense, vemos que Estados Unidos está operando en contra de sus propios nacionales", cuestionó Roque Villanueva.
Kelly dijo el lunes a CNN que "tenemos una tremenda experiencia lidiando con los menores no acompañados (…), lo estoy considerando con el objetivo de desalentar más movimiento a lo largo de esta frontera terriblemente peligrosa, serán bien cuidados mientras lidiamos con sus padres", puntualizó.
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Casi dos de cada diez detenciones realizadas el año pasado en la frontera de EEUU con México fueron menores y 77.674 personas que llegaron con familiares fueron detenidas, según la patrulla Migratoria.
