"Es especialmente demostrativo un documento de la CIA del 24 de mayo de 1988, del que se desprende que los estadounidenses estaban estudiando probables guiones de guerra en el Mar Egeo, Tracia y Chipre, en particular suponían en 1984 que el equilibrio de fuerzas podría mantenerse hasta 1992 y después se produciría un desnivel a favor de Turquía", comunicó.
Un conflicto armado entre Grecia y Turquía habría tenido consecuencias serias para EEUU y la OTAN, porque el flanco sudeste de la Alianza Atlántica estaba debilitado, señala el portal.
En el documento se hace constar que Turquía poseía un Ejército mucho mayor, pero al mismo tiempo afrontaba amenazas internas.
Los propios turcos reconocían no sentir amenaza por parte de Grecia, la que después de 1974, tras la operación Atila llevada a cabo en Chipre, se reconcentró en garantizar su defensa contra Turquía.
Al evaluar y cotejar los índices económicos de ambos países, llegaron a la conclusión de que la situación de Grecia empeoraría con el devenir del tiempo y que el país no podrá permitirse una carrera armamentista.
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A juzgar por los documentos de la CIA, tienen razón aquellos que sostienen que una crisis entre Grecia y Turquía empeoraría la situación de la primera.