“No queremos más refugiados de lo que hemos recibido ya”, afirmó, “La población no quiere más refugiados”.
“De momento Europa se encuentra dividida en lo referente al tema de inmigración”, afirmó Petersen, añadiendo que la resolución de la crisis de refugiados requiere “una actuación conjunta europea”, pero “será un camino difícil, muy difícil”.
Expresó, además, inquietud en relación con el acuerdo con Turquía de detener el flujo migratorio a cambio de las perspectivas de acceder a la Unión Europea.
“Necesitamos a Turquía como un socio estratégico y miembro de la UE, siempre que Ankara cumpla con los criterios de Copenhague”, aclaró, refiriéndose al hecho de que la semana pasada el Gobierno turco demandó tres mil millones de euros adicionales para proporcionar asilo a los refugiados, aparte de los tres mil millones de euros prometidos por la UE en noviembre de 2015.
En relación con la responsabilidad conjunta de los países occidentales ante la crisis, criticó severamente el fallo de EEUU de tomar medidas contundentes al respecto: “Obama prometió acoger a diez mil refugiados, algo que nunca cumplió”.
Justificando la postura de Dinamarca, añadió que Reino Unido, Francia, España, Italia y Polonia también estaban entre los países que se abstuvieron de aceptar más refugiados.
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Según los datos de la agencia Frontex, desde el inicio de año 2015 más de 1,2 millones de inmigrantes, en su mayoría de Siria, han cruzado las fronteras europeas en busca de asilo. El 22 de septiembre de 2015, el Consejo de Justicia y Asuntos del Interior de la UE aprobó el plan de asentar a 120 refugiados provenientes de Italia y Grecia. Los países que se opusieron a dicha iniciativa fueron República Checa, Hungría, Rumania y Eslovaquia.