La decisión se basa en las exitosas pruebas del motor de cohete 14D23 —el propulsor de la tercera etapa de los cohetes Soyuz-2.1b— fabricado con el uso de los componentes impresos.
"La iniciativa de incorporar las tecnologías aditivas en la fabricación de los motores, propuesta por la empresa Energomash, (…) llega tras los exitosos ensayos de la cámara de combustión del motor 14D23", reza el comunicado de Roscosmos.
El motor en cuestión se considera el propulsor a combustible líquido más eficaz en existencia y es el primer aparato de este tipo diseñado en Rusia tras la disolución de la URSS.
Así, su cámara mezcladora consiste de 220 detalles unidos por 124 conexiones y 64 cordones de soldadura. Las tecnologías aditivas permiten que se produzca un solo detalle monolítico, 'crecido' desde cero en 77 horas.
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La ampliación de la experiencia exitosa a otros modelos de motores acelerará la transición de la industria aeroespacial rusa hacia las nuevas tecnologías y ayudará a lograr dos de sus objetivos importantes de hoy: la disminución del coste y el aumento de la calidad.
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