El aparato, lanzado a la órbita de transferencia geoestacionaria el 1 de junio de 2017, alcanzó la órbita geoestacionaria en octubre. Así, según informa Roscosmos, se batió el récord existente para esta tarea.
A diferencia de los motores clásicos de combustible líquido, los motores eléctricos tienen un empuje incomparablemente menor, pero pueden mantenerlo a largo plazo y también requieren y gastan varias veces menos propelente.
En el caso particular de Eutelsat 172B, el primer satélite con esta capaciad de Europa, la masa de combustible necesario resultó ser seis veces menor que para los propulsores por reacción química, según Roscosmos.
A new milestone for EUTELSAT 172B 🛰️! Control handed over to @Eutelsat_SA Paris from @AirbusSpace control centre in Toulouse #LetsLaunch pic.twitter.com/kEtgV0CvET
— Eutelsat (@Eutelsat_SA) October 26, 2017
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Fakel es el fabricante líder en la creación de estos motores. En total, más de 350 unidades de propulsores iónicos rusos volaron en el espacio, y ni una sola vez se registró un fallo o un rendimiento escaso.
ОКБ «Факел»: новый рекорд довыведения космического аппарата двигателями SPT-140 https://t.co/M3Wki2uT5P pic.twitter.com/UWqvstKE1o
— Великая Россия (@MagnaRussia) October 31, 2017
La misma tecnología se considera prometedora para los viajes espaciales. Un motor iónico lo suficiente potente podría llevar una nave espacial a Marte o más allá en el sistema solar.
Actualmente, la NASA está desarrollando un motor iónico de 100 kilovatios de potencia con estos fines. La corporación rusa Fakel por el momento ofrece propulsores de hasta 15 kilovatios mientras Roscosmos probó un demostrador tecnológico de 35 kilovatios.
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