Según informa el medio ruso Komsomolskaya Pravda, Ismail llegó a Rusia para asistir al partido entre las selecciones de Egipto y Uruguay que se disputó el 15 de junio. Después del choque futbolístico, el hincha se dirigió a una urbanización donde creía tener alquilado un piso.
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Pero, según contó a los habitantes del edificio que lo encontraron en la puerta, nadie le estaba esperando en la vivienda por la que había pagado unos 100 dólares. Fue así que se enteró que no tenía lugar donde quedarse.
Inmediatamente los residentes escribieron en el chat grupal del edificio para buscar una solución.
En este instante, Nina, una vecina, salió a la calle y se enteró de la situación. Entonces no dudó e invitó a Ismail a que se quedara en su casa y no pasara la noche en la calle. Según relató, "al principio Ismail se mostró tímido", pero lo convencieron para que aceptara la invitación.
"No tuve miedo, tenemos una urbanización muy decente e incluso los guardias de seguridad llamaron varias veces para asegurarse de que todo estuviera bien. Ismail dijo que al llegar no se esperaba que los rusos fueran tan amigables y buenos", detalló Nina.
La mujer añadió que al día siguiente lo llevaron a un café antes de que tomara su vuelo a San Petersburgo. "Me alegro de haber podido ayudar a una persona", resaltó la vecina de Ekaterimburgo.
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