¿Marihuana en la primera boda de Meghan Markle? Padre contra hija

El padre de Meghan Markle, Thomas Markle, aclara las mentiras que la prensa ha contado de él y aporta pruebas y fotografías para refutarlas junto con algún que otro incómodo secreto para Megan Markle.

Markle admite que teme que esta sea su primera Navidad sin una tarjeta de Meghan, revela en un artículo de Daily Mail. Muestra notas conmovedoras que su hija le escribió y que ahora son un doloroso recordatorio de la amarga ruptura y el muro de silencio entre él, su hija embarazada y el príncipe Harry.

El padre de Meghan Markle en una cuarta entrevista desde la pelea que tuvo con Harry y Meghan, explica que después de que fingiera unas fotos para un paparazzi —poco antes de la boda de la pareja en mayo— sufrió dos ataques al corazón, lo que le impidió acompañar a su hija por el pasillo a la capilla de St. George, en Windsor. Thomas Markle admite que las fotos para el paparazzi fueron un error y se ha disculpado repetidamente, pero dice que no merece el castigo que le imponen  Meghan y Harry.

Para el señor Markle, la perspectiva de no volver a hablar con su hija es insoportable: "Me duele lo que ha ocurrido, pero no voy a permanecer en silencio". "Su trato conmigo es severo, hiriente e implacable. Estoy siendo castigado por cosas que no dije", aclara.

Además: EEUU se convierte en una pesadilla para Meghan Markle

Una de las mentiras que dicen sobre él es que no asistió a la primera boda de su hija, lo que refuta con una fotografía conmovedora que prueba que sí asistió. La boda se llevó a cabo en el famoso Jamaica Inn, donde Meghan reservó las 55 habitaciones y villas.

"La foto fue tomada cuando entré en su bungalow momentos antes de que comenzara la ceremonia", explica. A lo que añade detalles de que en la boda, en la que hubo 100 invitados, fueron recibidos con un regalo que consistía en una pequeña bolsa de tela que contenía una nota de bienvenida de Meghan y Trevor junto con un pequeño paquetito de marihuana.

El Sr. Markle explica: "Es ilegal, pero no es gran cosa en Jamaica. Allí es habitual. No fumo hierba y, por lo que yo sé, tampoco Meghan. No sé lo que hice con el mío. Creo que lo regalé".

Para la princesa, su padre  se ha convertido en una vergüenza y una humillación pública, por lo que ha preferido levantar un puente de silencio de momento.