"Uruguay, respecto a la región, está muy bien posicionado, debido a que de los pacientes tratados el 80% logra la remisión total de la enfermedad y la curación, en general con muy pocas secuelas", afirmó el especialista.
Los factores que contribuyen a este resultado, según Dabezíes, son el trabajo en equipo y el apoyo que prestan la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) y la sociedad para que los médicos oncólogos de este equipo puedan realizar su trabajo.
Sin embargo, observó, en el resto del mundo existe una "gran inequidad" en cuanto al acceso al diagnóstico y al tratamiento de dolencias oncológicas.
Solo el 20% de la población mundial accede a un diagnóstico correcto y a un tratamiento adecuado, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.
Esto, dijo Dabezíes, "da mucho que pensar" sobre las verdaderas cifras del cáncer.
Argentina, Chile y Brasil son los países de América Latina con cifras de incidencia de cáncer infantil más parecidas a Uruguay.
"En Brasil es más difícil, porque es un país tan grande que a veces las personas tienen dificultades para llegar a los centros (de atención) de tercer nivel; Uruguay es un país chico que junta a todos sus pacientes en un mismo lugar, el Hospital Pereira Rossell, gestionado por la fundación Pérez Scremini", afirmó el especialista.
Este pequeño país sudamericano registra cada año entre 120 y 150 casos oncológicos nuevos en menores de 15 años.
De estos casos, el 40% corresponden a leucemias o linfomas, seguidos en menor porcentaje por tumores del sistema nervioso central y por tumores en diversos órganos.
Los avances médicos de los últimos 10 años en este campo surgieron sobre todo en las técnicas de diagnóstico que han logrado mayor precisión en el momento inicial y en el seguimiento de la enfermedad, mientras en medicamentos no se ha progresado tanto, según el especialista.
"Estamos trabajando para el desarrollo de un laboratorio de biología molecular que nos haga el diagnóstico concreto de la enfermedad, que la catalogue con precisión, porque de eso depende el tratamiento que se realiza luego y saber qué es lo que queda de enfermedad durante el tratamiento y después, además del seguimiento", afirmó.
El equipo de la Fundación Pérez Scremini está conformado por médicos, psicólogos, psiquiatras, enfermeros, asistentes sociales.
Un área psicosocial juega un papel clave pues es la encargada de realizar el acompañamiento de los niños, sus familias y de los médicos durante el proceso de recuperación.
La Fundación Pérez Scremini brinda desde 2012 asistencia oncológica pediátrica gratuita en el Hospital Pereira Rossell de Montevideo.
Los fondos los proveen ASSE y personas y empresas que realizan donaciones.