"El ministro de Defensa, general de Ejército Serguéi Shoigú, envió una solicitud al presidente del Comité de Investigación ruso, Alexandr Bastrikin, para examinar la posibilidad de abrir una causa penal contra autoridades de ciertos países extranjeros que decidieron demoler monumentos que conmemoran la muerte de ciudadanos soviéticos", dice el comunicado publicado por el Ministerio de Defensa este 8 de abril.
La Embajada de Rusia en la República Checa presentó una nota de protesta ante el Ministerio de Exteriores de ese país por el desmantelamiento del monumento, un hecho que calificó de "acto de vandalismo".
Además, Shoigú en su solicitud prestó la atención del Comité de Investigación al creciente número de informaciones falsas que circulan sobre la Segunda Guerra Mundial.
"Se detecta un aumento de los intentos de funcionarios de ciertos Estados extranjeros de falsificar la verdad histórica sobre la contribución decisiva de la Unión Soviética a la derrota de los invasores fascistas durante la Segunda Guerra Mundial y la Gran Guerra Patria", indica el comunicado.
Se trata de la destrucción o daños causados a monumentos y entierros que inmortalizan la memoria de los caídos durante la defensa de la Patria o resaltan la gloria militar rusa situados tanto en Rusia como fuera de su territorio.
Como alternativa, los infractores de esta ley podrían ser condenados a trabajos obligatorios de hasta cinco años o pasar el mismo período de tiempo en prisión.