Medios occidentales han puesto en duda que el helicóptero Mi-8 participara en una misión humanitaria, ya que estaba equipado con armas de alta tecnología, incluyendo el sistema electrónico militar Vitebsk.
Sin embargo, los expertos no se han sorprendido por este hecho. Pese al fin pacífico de la misión, la aeronave necesita contar con ciertos dispositivos militares para defenderse en caso de que se produzca un ataque.
El helicóptero ruso de transporte militar Mi-8 fue derribado el 1 de agosto en la provincia siria de Idlib. El Ministerio de Defensa ruso precisó que la aeronave fue abatida desde tierra, en una zona controlada por el grupo terrorista Frente Fatah al Sham —antiguo Frente al Nusra, proscrito en Rusia y otros países— y la llamada oposición moderada.