A diferencia de Norberto Rivera Carrera —a quien Francisco le aceptó su renuncia presentada en junio, pasado tras cumplir 75 años-, Aguiar Retes, de 67 años, "se va a enfocar más en favorecer su relación con el PRI, porque es conocida su cercanía con el Grupo Atlacomulco", la matriz del PRI de la cual procede el presidente Enrique Peña Nieto, señaló el experto.
Hasta ahora, el recién entronizado se desempeñó como Arzobispo de Tlalnepantla, una populosa región del Estado de México que rodea la capital, feudo histórico del grupo de Peña Nieto.
"Los principales estudiosos de la Iglesia católica en México lo definen políticamente cercano al PRI, al clero oficialista que son un clan muy notorio", dijo el autor del libro "Topar con el Vaticano", una documentada reivindicación de la Teología de la Liberación latinoamericana.
El experto estima que la derecha católica de Norberto Rivera, que durante 22 años gobernó con apoyo de la ultraconservadora congregación de Los Legionarios de Cristo, "cederá espacios al clero oficialista de Aguiar, que se acercará más al PRI".
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Francisco quiere superar los tiempos de Rivera, designado a un "sustituto conservador", definió Alonso.
A lo largo de 2017, la jerarquía eclesial en México adoptó una posición muy crítica sobre los problemas sociales, la crisis económica, la violencia y el descontento de la población.
Sobre todo, la publicación oficial de la Arquidiócesis Primada de México "Desde la Fe", intensificó sus abiertas diatribas con el Gobierno, acotó el exsacerdote, quien recorrió durante décadas América Latina con la Compañía de Jesús.
La saliente jerarquía mostró su molestia con Peña Nieto por su enfoque liberal sobre temas controvertidos.
"El matrimonio homosexual o el cambio de orientación sexual en la infancia lo consideran una desviación que puede ser corregida", indicó el especialista.
Pero desde la visita del papa Francisco a México, en febrero de 2016, fue claro el distanciamiento con respecto de Norberto Rivera.
"A quienes conocemos la tradición jesuítica, nos gustaría pensar que parte del distanciamiento fue resultado del ataque de Rivera a las instituciones de la Compañía de Jesús en México, hace unos 20 años, que lo llevaron a convertirse en cardenal, con el apoyo al nuncio Girolamo Prigione (1992-1997)", recuerda el autor.
Prigione fue el artífice del restablecimiento de las relaciones de México y el Vaticano, y toleró los abusos del derechista sacerdote pederasta Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo.
Rivera también ha sido señalado de encubrir a sacerdotes pederastas.
Giro del Vaticano hacia el Gobierno
El autor prevé un abandono de la confrontación de la Iglesia con el gobierno actual, a cambio de beneficios en temas educativos o de comunicación.
A Francisco se le atribuye un despertar de la doctrina social católica desde que, en 2013, el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio terminó sus 15 años como arzobispo de Buenos Aires y se convirtió en el primer papa latinoamericano.
El vaticanista recuerda que Bergoglio recomendaba a los sacerdotes rebeldes salir de Argentina, antes que tomar una postura firme con la dictadura.
El relato que hoy acepta Roma sobre los teólogos latinoamericanos "es una versión aguada de la Teología de la Liberación, sin adoptar la opción preferencial por los pobres, que es el núcleo de ese pensamiento crítico".
Para resarcir las heridas que dejó la persecución del Vaticano contra esos sacerdotes rebeldes, "el Papa los deja reinar en el pasado", lamentó.
Las críticas del Vaticano a las miserias del mundo actual "son edulcoradas y abstractas, sin nombrar concretamente a los responsables de la injusticia estructural", sentenció Alonso.
El vaticanólogo lamentó que Francisco "considera superada la era de la pastoral social de la opción por los pobres y eso se trasluce en su apuesta en México", concluyó.