"La Embajada de Rusia en Berlín recibió una negativa del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania de asistencia para brindar el acceso consular a Navalni", se desprende del comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
El ente recordó que el 24 de septiembre la Fiscalía General de Rusia preparó la cuarta solicitud de asistencia jurídica en este sentido, que fue trasladada a la parte alemana.
En este contexto Moscú condena y califica de "pura mentira" las declaraciones de las autoridades alemanas sobre la supuesta "falta de disposición de Rusia para iniciar el diálogo con Berlín en el marco de los mecanismos bilaterales correspondientes".
El comunicado indica que Alemania continúa ignorando las propuestas de cooperar a fin de aclarar las circunstancias del presunto envenenamiento del activista ruso "en el marco de la asistencia jurídica y las consultas basadas en las disposiciones de la Convención sobre armas químicas".
Además, según el texto, la Cancillería rusa considera como "infundadas" todas las acusaciones de Alemania contra Rusia.
El 22 de septiembre, el activista de anticorrupción ruso fue dado de alta del hospital universitario Charité en Berlín, tras pasar allí 32 días, 24 de ellos en cuidados intensivos.
Navalni fue trasladado a Berlín tras haber pasado dos días en un hospital de la ciudad rusa de Omsk, en Siberia, luego de que perdiera el conocimiento durante un vuelo de Tomsk a Moscú.
Según los médicos de Charité, los síntomas de Navalni apuntaban al envenenamiento con un inhibidor de colinesterasa.
Un laboratorio militar de Alemania y, posteriormente, laboratorios de Suecia y Francia determinaron que el opositor ruso había sido envenenado con un agente del grupo Novichok, una sustancia prohibida por la Convención sobre las Armas Químicas. Alemania proporcionó las muestras correspondientes a la OPAQ.
Desde Moscú califican de infundada la versión alemana sobre lo ocurrido con Navalni y dicen esperar respuestas oficiales a las solicitudes enviadas a Berlín.