El sistema de misiles que Ankara adquirió a Moscú fue tema de discordia en la OTAN y nunca gustó a Washington, pero esta vez EEUU va más allá y se plantea obtenerlo él mismo. Para eso se ha propuesto utilizar parte del presupuesto dedicado a las tropas terrestres y comprar el sistema a Turquía.
Muchas incógnitas rodean a este proyecto, en el que ni siquiera es un hecho que Ankara tenga la intención de vender. Con ello, la portavoz del Servicio Federal de Cooperación Técnico Militar de Rusia, María Vorobiova, destacó que Ankara no tiene el derecho de vender los sistemas comprados de Rusia sin el consentimiento del Kremlin.
En conversación con el director de la cátedra de política y sociología de la Universidad Rusa de Economía Gueorgui Plejánov le preguntamos su opinión sobre esta propuesta.
"Al hacer esto, Estados Unidos está demostrando al mundo que el S-400 es superior en sus características tácticas y técnicas a los sistemas análogos de Estados Unidos. Y también el hecho de que EEUU está dispuesto a usar cualquier truco, incluso los que están fuera del campo legal, para neutralizar al sistema ruso", asegura Andréi Koshkin.
"Creo que la cosa no se quedará aquí, habrá nuevas ideas y nuevas acciones de Estados Unidos. Y estas también demostrarán que EEUU no puede crear nada semejante [al S-400]; simplemente no están en ese punto", declara el interlocutor de Sputnik.
Cuando Ankara prefirió el sistema ruso antes que los misiles estadounidenses Patriot, la Administración Trump amenazó con cancelar sus ventas de los nuevos cazas F-35 y con introducir medidas restrictivas contra el país. No obstante, Turquía siguió adelante con el acuerdo con Rusia y EEUU ha tenido que resignarse a aceptarlo, realizando solo parte de sus amenazas.