"Estaremos preparados para provocaciones de mayor escala, pero nuestra respuesta es bien simple — si con nosotros hablan a través de los medios responderemos del mismo modo pero de manera concreta y correcta", dijo en una entrevista con RT France, Paris Match y Le Figaro.
Lavrov denunció que todas las acusaciones en contra de Rusia se lanzan a través de los medios de comunicación.
"Con todo nuestro respeto a estos y a la profesión de periodista, nosotros como gente seria no podemos examinar los problemas concretos, que se formulan con las acusaciones contra la Federación de Rusia de todos los pecados mortales, sin emplear normas legales creadas para semejantes casos", dijo.
Lavrov insistió que "todas las acusaciones se limitan a declarar que "highly likely [con gran probabilidad] Rusia hizo algo contrario a la ley en Salisbury, después en Amesbury, además nos inculpan de interferir en los procesos en Cataluña, también nos acusan del Brexit, de que desempeñamos allí nuestro triste papel, y de otros varios pecados".
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El canciller subrayó entonces que a diferencia de sus socios Rusia cumple sagradamente con sus compromisos internacionales y legales y espera que los demás hagan lo mismo.
En alusión a las distintas acusaciones vertidas por Occidente contra Moscú, Lavrov declaró que Rusia está dispuesta a un diálogo dentro del marco legal con los países occidentales una vez que a estos se les pase su ataque de "rabia política".
"Si todo eso es transitorio y el ataque de 'rabia política' se les pasa de forma natural cuando se desahoguen del todo, entonces estaremos siempre esperándoles dentro del marco legal para una conversación seria, profesional y sin tintes propagandísticos", aseveró Lavrov.
Las relaciones entre Moscú y Occidente empeoraron a raíz de la situación en Ucrania y la adhesión de Crimea a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esta opción.
Desde entonces, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países, aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
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Moscú, que respondió a las sanciones con un embargo alimentario, ha subrayado en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto en Ucrania y reafirmó que la adhesión de Crimea se llevó a cabo respetando la legislación internacional y la Carta de la ONU.
Las autoridades rusas rechazan estas acusaciones, que consideran infundadas.
En una entrevista reciente, el ministro Lavrov destacó que todas las acusaciones vertidas contra su país "se limitan a declarar que 'highly likely' (con gran probabilidad) Rusia hizo algo contrario a la ley", sin presentar prueba alguna en concreto.