Un parlamentario japonés preguntó a Abe si sabe algo de las preocupaciones del líder ruso que obstaculizaban el avance de los diálogos con Rusia sobre el problema territorial y afectaría la futura actividad económica conjunta en las islas Kuriles.
"La respuesta a su pregunta trata directamente el contenido de nuestras negociaciones por eso me abstengo de contestar", dijo el primer ministro y añadió que se niega a comentar el contenido de esas conversaciones en curso.
Al mismo tiempo aseguró que "el artículo seis del acuerdo entre Japón y EEUU sobre la seguridad no significa que los militares estadounidenses puedan emplazar sus bases donde quieran, no es así, para eso es necesaria la autorización de Japón".
Recordó que ambos países acordaron desarrollar una actividad económica conjunta en las islas y facilitar a los exhabitantes de la zona el acceso al cementerio para que puedan visitar las tumbas de sus ancestros.
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A finales de 2016, Shinzo Abe, y Vladímir Putin, acordaron empezar las conversaciones sobre la actividad económica conjunta en las islas Kuriles del Sur, que Tokio reclama a Moscú.
Durante décadas, Tokio ha condicionado la firma de este documento a la recuperación de las islas Iturup, Kunashir, Shikotan y Habomai, los "territorios del norte" para los japoneses.
Japón se escuda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia el 7 de febrero de 1855.
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Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la Segunda Guerra Mundial y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.