"Estoy categóricamente en desacuerdo con las declaraciones de que las reubicaciones en respuesta a las situaciones extraordinarias no fueron efectivas, más de 32.000 personas fueron reasentadas, es más del 90% de las que debían ser reubicadas", aseveró durante la sesión plenaria del Parlamento Europeo.
Según Timmermans, "ha llegado el momento de que los líderes salgan del callejón sin salida en que se encuentra el Consejo (Europeo respecto a la reforma del Sistema de Dublín) y hallen el balance adecuado entre solidaridad y responsabilidad".
"Esto no puede convertirse en la carga de un reducido número de países miembros, cada país debe cumplir con su parte y mostrar su solidaridad respecto a la Unión", demandó.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, envió a los participantes una nota sobre los temas migratorios que tiene previsto debatir en la cumbre.
Este documento afirmaba, en particular, que "el tema de las cuotas obligatorias resultó un factor importante de divergencias, su enfoque generó una gran atención debido a las consecuencias que ejerció en los lugares (de aplicación), y en ese sentido resultó ineficaz".
La edición del Reglamento de Dublin aprobada en 2013 estipula que en caso de que un migrante cruce la frontera de manera ilegal, el país de entrada es el responsable de tramitar su solicitud de asilo.
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Si es imposible establecer el primer país europeo al que llegó el refugiado, la responsabilidad recae en el Estado en el que haya vivido durante cinco meses antes de presentar la solicitud o en el último país donde se encuentre.
Los países que reciben la mayor cantidad de migrantes, entre ellos Grecia e Italia, están en contra de este sistema, ya que las normas bloquean a los refugiados en su territorio.
Por su parte, Hungría y Eslovaquia, con apoyo de Polonia, cuestionaron la decisión de distribuir a los refugiados en base a cuotas.