"Estamos dispuestos a apoyar todas las iniciativas eficaces para prevenir la escalada, hacer que Pyongyang vuelva a la mesa de negociaciones y cumpla completamente la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU adoptada a principios de agosto", dijo.
Fue la decimotercera prueba en lo que va de año, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y la segunda después de un cruce de amenazas que tuvo lugar entre Washington y Pyongyang a mediados de agosto.
Más tarde, las dos partes bajaron el tono de su retórica: el líder norcoreano, Kim Jong-un, anunció que pospone el plan a la espera de que Washington dé pasos hacia la distensión en la península de Corea y Trump calificó de sabia su decisión.
En 2016, Pyongyang realizó más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.