"Todos debemos estar unidos sin fisuras contra el terrorismo y en defensa de nuestra libertad y seguridad", dijo el ministro del Interior tras la reunión, que congregó tanto a firmantes del pacto como a otros partidos que acudieron en calidad de observadores.
Este acuerdo dio pie a una reforma del Código Penal bajo la premisa de que el marco legal utilizado para la lucha contra la banda terrorista ETA no atendía algunos aspectos específicos del terrorismo yihadista.
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De esa manera, se introdujeron modificaciones por las que, por ejemplo, la pertenencia a organización terrorista dejó de ser una condición necesaria para ser juzgado por delitos de ese ámbito, lo que permite un mayor margen de actuación contra los lobos solitarios.
Este pacto no fue firmado por algunos partidos como Podemos, Izquierda Unida o los nacionalistas vascos y catalanes, que lo rechazaron porque, a su entender, las medidas contempladas limitan libertades civiles de una manera ineficiente ya que el acuerdo no incluye el impulso de actuaciones a nivel internacional para cortar las fuentes de financiación del terrorismo yihadista.
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El 21 de agosto, los firmantes mantuvieron una reunión a la que también acudieron prácticamente la totalidad de los no firmantes en calidad de observadores para analizar en común la información de la que se dispone sobre los atentados de la semana pasada en Cataluña.
"La reunión expresa unos consensos básicos contra el terror, contra unos terroristas que han atentado contra todos nosotros", dijo en rueda de prensa Xavier Doménech, líder del grupo confederal En Comú Podem, en el que participa la rama catalana de Podemos.
Tras la reunión, los no firmantes defendieron la importancia de mostrar unidad tras el atentado pese a las diferencias respecto al pacto.
"No toca hablar de las diferencias, toca actuar para buscar soluciones a un problema que tiene una gran enjundia y que puede ir a más", afirmó Joan Tardà, diputado de Esquerra Republicana de Cataluña.
Durante el encuentro, los partidos nacionalistas catalanes celebraron la buena colaboración de los Mossos d'Esquadra (la policía autonómica catalana) y el resto de fuerzas de seguridad del estado en las horas y jornadas posteriores al ataque.
No obstante, los representantes catalanes aprovecharon la ocasión para solicitar al ministro de Interior que se facilite la integración de los Mossos en los mecanismos de puesta en común de información de los distintos cuerpos de policía de Europa, algo que hasta el momento no se permitió.