"No emitiremos ningún documento conjunto, pero pese a eso no se debe subestimar el proceso negociador", señaló.
Las partes, además de no tener una opinión común sobre el resultado que debe conseguirse, ni siquiera logran ponerse de acuerdo respecto a la esencia del problema: una insiste en debatir el problema de seguridad de la comunidad (los turcos chipriotas), mientras otra hace hincapié en la seguridad del Estado (los griegos chipriotas), reveló Eide.
También constató que todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, incluido EEUU, hacen un ponderable aporte a la búsqueda de un arreglo en Chipre.
Las negociaciones sobre la solución de la crisis territorial en Chipre se reanudarán el próximo 7 de julio en la ciudad suiza de Crans-Montana, su duración no está limitada, pero la ONU planea concluirlas hacia ese mismo día.
En su marco se desarrollarán debates sobre temas aislados como la seguridad, el gobierno y la división de poderes, territorios y propiedad.
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En las sesiones participarán el líder de los turcos chipriotas, Mustafa Akinci, y el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis; así como representantes de los garantes: el consejero especial de la ONU para Chipre, Espen Barth Eide; los cancilleres de Turquía, Grecia y Gran Bretaña, Mevlut Cavusoglu, Nikos Kodzias y Boris Johnson; así como la alta representante para asuntos exteriores y política de seguridad de la UE, Federica Mogherini, y el vicepresidente primero de la Comisión Europea, Frans Timmermans.
