"Los desafíos del mundo de hoy requieren más que nunca unidad y fortaleza de las instituciones democráticas", dijo el monarca español.
A su modo de ver, los tiempos actuales son "convulsos" porque "los efectos de la globalización producen desconfianza".
El monarca español, que intervino en la asamblea con motivo del 40 aniversario del ingreso de España en la PACE, se refirió a este órgano como "la casa común de todos los europeos" y agradeció su "impulso" a la transición democrática del país a finales de los años 70.
En opinión del Rey de España, la PACE actúa como "termómetro" del estado de la democracia en el viejo continente, por lo que pidió a sus integrantes trabajar para que Europa siga siendo "un espacio de civilización referente"
"La respuesta a los problemas no puede consistir en dar pasos atrás o en volver a un pasado que hace tiempo debimos superar", aseguró Felipe VI.
El jefe de Estado español insistió en que los Estados europeos deben "hacer valer la razón democrática" y convertir el Estado de derecho en la "herramienta más eficaz" para hacer frente a desafíos contemporáneos como la crisis migratoria o el terrorismo.
"No podemos concebir la paz sin el disfrute de los derechos humanos", aseguró.
El conciliador discurso del Rey de España, que no incluyó referencias explícitas a la polémica por la suspensión de Rusia de su participación en la PACE después de que sus representantes viesen denegado su derecho a voto en 2014, incidió en que este órgano es un "faro esencial" para que Europa prevalezca como un "referente de convivencia".
En opinión del monarca español, Europa sigue siendo "una empresa ilusionante" en la que merece la pena apostar pese a las "desconfianzas y temores".