Bello considera que, aunque haya sido una declaración y no una medida aprobada a través de un mecanismo legal, abre la puerta "a que este tipo de delitos" se cometan impunemente.
Por su parte, el presidente de la asociación civil sin fines de lucro Espacio Público, Carlos Correa, mantuvo que la declaración de Trump "es inaceptable", porque se trata de un mensaje que "valida los delitos de lesa humanidad".
"Eso alienta a que puedan ocurrir más casos de tortura, porque cuando se tiene al presidente de una nación diciendo que le parece que tiene que aplicarse la tortura, lo que estás es alentando a que ese tipo de eventos ocurran", agregó.
Además, cree que "pone a Estados Unidos de espalda a sus obligaciones con el derecho internacional y con los Derechos Humanos".
Un aspecto, que para Correa es importante destacar es el doble discurso de Estados Unidos en esta materia.
"Es peligroso cuando tienes un país que viene hablando, desde hace más de 200 años de derechos humanos, de derechos civiles y muestra contradicciones de este tipo entre lo que propugna y la realidad", comentó.
Trump afirmó en una entrevista a la cadena televisiva estadounidense ABC News que la tortura "funciona" y se volvió a mostrar partidario de métodos como el ahogamiento simulado (waterboarding, en inglés) para interrogar a sospechosos de terrorismo.
Ambos coinciden en que las afirmaciones del mandatario sobre los interrogatorios son un argumento irracional, cuando en el mundo continúan las luchas por eliminar estas prácticas.
En tal sentido, los especialistas en derechos humanos destacan la necesidad de que exista un fuerte rechazo en América Latina y el mundo, para evitar la propagación de este tipo de delitos, los cuales ponen en riesgo la seguridad global.