En la sesión plenaria de la Asamblea General de la ONU fue examinado el proyecto de resolución sobre la situación en Afganistán preparado por la delegación alemana.
Agrega que en este contexto Rusia "no tenía otra opción que someter el borrador a la votación y abstenerse".
"Partimos de que la culpa por romper el consenso recae completamente en las delegaciones occidentales, quienes aplicaron una línea parcial e ignoraron nuestras preocupaciones fundamentales durante las consultas sobre la resolución", subrayó la entidad.
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Al mismo tiempo, la Cancillería rusa declaró que el proyecto exaltó la contribución de la misión 'Apoyo Decidido' de la OTAN (Resolute Support en inglés) al fortalecimiento de la seguridad, "aunque durante 17 años en el país, la OTAN no pudo detener la dinámica negativa en el ámbito de seguridad en Afganistán y no logró formar fuerzas de seguridad afganas".
El pasado 9 de noviembre en la capital rusa se celebró una reunión internacional del llamado formato de Moscú sobre Afganistán, que contó por primera vez con la participación de la oficina política del Talibán, invitada por Rusia.
Participaron también los representantes de China, EEUU, India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán; aunque, uno de los protagonistas, el Gobierno afgano, no asistió al encuentro.
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Afganistán vive una situación de inestabilidad a raíz de los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autodenominado Estado Islámico y prohibido en Rusia y otros países), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.