"Confiamos en que todos los países de la región, incluyendo a Rusia e Irán, apoyen el proceso de paz dirigido por los propios afganos y jueguen un papel constructivo", señaló a la prensa.
"Ayudamos en la preparación de las fuerzas de seguridad afganas para darles una señal clara de que jamás lograrán vencer en el campo de batalla y es preciso sentarse a la mesa de diálogo", sentenció Stoltenberg.
El funcionario indicó que la Alianza cree "en la solución política y el proceso de paz".
"No es una tarea de la OTAN establecer líneas rojas concretas, esto corresponde a quienes se sientan a la mesa del diálogo", añadió.
Participaron también los representantes de China, EEUU, la India, Irán, Kazajistán, Kirguistán, Pakistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán; aunque, uno de los protagonistas, el Gobierno afgano, no asistió al encuentro.
Afganistán vive una situación de inestabilidad política, social y de seguridad a raíz de los ataques que lanza el movimiento Talibán y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (prohibido en Rusia y otros países) pese a la fuerte presencia militar de EEUU y otros países de su órbita.