"Para cumplir con nuestros compromisos ante el pueblo de Kurdistán y de Irak proponemos al Gobierno iraquí el cese inmediato del fuego y de todas las acciones bélicas en Kurdistán, el congelamiento de los resultados del referéndum celebrado en el Kurdistán iraquí, y el inicio de un diálogo abierto entre el Gobierno regional de Kurdistán y el Gobierno Federal de Irak partiendo de la Constitución", señala el documento.
"Es evidente que esta batalla no permitirá cantar victoria a ninguna de las partes y solo provocará el caos", subraya el texto.
El conflicto entre Bagdad y el Kurdistán iraquí se agudizó tras el referéndum del 25 de septiembre, en el que un 93 por ciento de los electores, según datos oficiales kurdos, votó por separarse de Irak y proclamar la independencia.
El 16 de octubre, el primer ministro y comandante supremo de las Fuerzas Armadas de Irak, Haider al Abadi, lanzó una operación para recuperar la provincia de Kirkuk controlada desde 2014 por los peshmerga.
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Ese mismo día los militares iraquíes tomaron el control de Kirkuk y una serie de centros estratégicos en la provincia.