El vicecanciller, cuyo comentario cita el portal del Ministerio, explicó que Occidente lleva a cabo "una campaña repulsiva de calumnia contra las acciones de la Fuerza Aeroespacial rusa en Siria, que llega incluso a justificar los ataques de los terroristas contra los rusos".
"Seguimos considerando que esas manipulaciones cínicas de Estados extranjeros beneficiaban y siguen beneficiando a los terroristas, al provocar una radicalización de los ánimos públicos e incitar de manera directa y peligrosa a la realización de atentados", dijo el diplomático.
Siromólotov destacó "con cierto optimismo" que los países occidentales ya comienzan a sentir que existe un límite, tras el cual no hay cabida para un doble rasero en la lucha antiterrorista.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Ígor Konashénkov, refutó esa información, alegando que para evitar víctimas civiles, la aviación rusa nunca bombardea los barrios residenciales en las ciudades y pueblos, y sus objetivos son exclusivamente las bases terroristas, los blindados y los depósitos de municiones, detectados por drones y verificados a través de otros canales.
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Konashénkov denunció que la agencia se basó en un rescatista de la llamada Defensa Civil, grupo vinculado con la oposición siria, que no es más que otro nombre de los Cascos Blancos y otro nuevo intento de tergiversación de la información.