Los diarios locales publicaron el comunicado especial de la tribu beduino Al Murra en el que sus miembros "anuncian su lealtad completa y absoluta a los militares de Catar y su emir tanto en la prosperidad como en las dificultades".
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos anunciaron la ruptura de relaciones diplomáticas y la suspensión de las comunicaciones terrestres, marítimas y aéreas con Catar, tras acusar a Doha de apoyar el terrorismo.
Al boicot diplomático de Catar se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
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El Gobierno de Catar lamentó el bloqueo diplomático al calificarlo de "injustificado" y aseguró que todas las acusaciones carecen de fundamento.