Según los datos de la OIM, que supervisa la situación humanitaria en Irak, 116.490 personas fueron forzadas a desplazarse de sus casas entre el 17 de octubre y el 25 de diciembre, de las cuales 115.206 dejaron sus hogares en la gobernación de Nínive cuya capital es Mosul.
En la ofensiva participan el Ejército iraquí y las milicias locales, entre ellas los peshmerga kurdos y las milicias chiíes, apoyados desde el aire por la coalición internacional liderada por EEUU.
La ciudad es asaltada desde el norte y el este por unidades militares y antiterroristas que ya entraron en algunos barrios orientales.
La ofensiva desde el sur es realizada por unidades de la policía federal iraquí.
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A las milicias chiíes se les encomendó la tarea de limpiar de los terroristas la ciudad de Tal Afar, de importancia estratégica, con eso quedará bloqueada la vía por la que llegan los suministros a los yihadistas atrincherados en Mosul.