Los yihadistas robaban el petróleo en la ciudad de Qayyarah, al sur de Mosul, o en la provincia siria de Al Raqa. No obstante, el Ejército del país logró expulsar a los extremistas de Qayyarah el pasado agosto, por lo cual en la actualidad todos los productos petroleros que venden los yihadistas proceden de Siria. La calidad del combustible es muy baja y despide un olor acre, según comentó a Sputnik uno de los ciudadanos.
"Para recuperar sus pérdidas los terroristas fijaron precios muy altos. Un litro de este líquido maloliente blanco, que se parece más al queroseno, cuesta cuatro dólares. Es decir, que una lata de gasolina llega a costar 90 dólares. Y no hay alternativa al combustible vendido por Daesh", dijo.
Según añadió, debido a los cortes de electricidad que provocan los pequeños generadores eléctricos, incapaces de suministrar a todas las zonas ocupadas, los residentes de Mosul pueden utilizar la electricidad solo entre las 5 o 6 y las 9 de la tarde.
"Los ciudadanos están sufriendo muchísimo y esperan la llegada del Ejército iraquí", concluyó.
La operación para liberar la ciudad de Mosul, tomada por Daesh en 2014, se inició el pasado 17 de octubre. La ofensiva cuenta con la participación de las tropas iraquíes y la aviación de la coalición internacional liderada por EEUU.