"Es muy un importante que países con preponderancia internacional, como Rusia, hagan esfuerzos para lograr un acuerdo de paz y transición en la región de Medio Oriente", dijo el académico del Centro de Estudio de Asia y África del prestigioso centro de investigación del país latinoamericano, fundado en 1940.
Para evitar los errores y descoordinaciones en la acción militar de actores como las fuerzas rusas o tropas de la coalición encabezada por EEUU, "es necesario establecer nuevos canales de intermediación conjuntos, para evitar daños colaterales que pongan en peligro la vida de la castigada población civil", dice el coautor del libro "Protestas sociales y conflictos en África del norte y en Medio Oriente".
"La participación rusa fue importante en el sentido de que, de alguna manera, obligó a establecer una negociación entre los protagonistas involucrados a nivel internacional y regional", prosigue Ponce Guadian, autor del ensayo "Egipto: poder militar y movilización social. Una difícil transición hacia la democracia".
Las acciones militares rusas en Siria han aniquilado bastiones terroristas, transportes petroleros, y han abatido a miles de yihadistas, han apoyado al Ejército sirio desde el aire, y cumplido operaciones humanitarias en las localidades sitiadas; pero su coordinación con las fuerzas de la coalición que encabeza EEUU ha tenido que enfrenar el escepticismo del Pentágono, por ejemplo en la estratégica ciudad de Alepo, arruinada por los terroristas.
Coordinación en el terreno
Lograr una coordinación negociada de potencias militares "es un asunto muy complicado, afectado lamentablemente con tragedias", dice el autor de un ensayo sobre "El surgimiento de la filosofía en el Islam".
El acuerdo alcanzado por EEUU y Rusia el 9 de septiembre pasado, establece un mandato del Centro Ejecutivo Conjunto, según el cual los militares rusos y estadounidenses deben determinar los blancos y coordinar los vuelos juntos.
El principio que debe conducir estos esfuerzos —advierte—, es que las partes que intervengan, asuman que el conflicto en Siria "no se va a resolver unilateralmente y asuman además la compleja y profunda dificultad del problema, se respeten los acuerdos, y se sienten a negociar para encontrar la soluciones a su implementación", dice el académico del centro académico dedicado a analizar los estados actuales, sus sistemas políticos, procesos económicos y sus relaciones internacionales.
La convergencia de países con papeles preponderantes en la escena mundial, como Rusia, junto con otras agencias internacionales, con las Naciones Unidas (ONU) "ha sido difícil, porque en un zona en guerra es muy difícil la coordinación en el terreno con las agencias de cooperación humanitaria", prosigue el experto.
La expectativa es que el papel de las fuerzas rusas "sea el de un actor decisivo e importante para llevar a cabo una ayuda, no solo humanitaria, sino una contribución a la consolidación de acuerdos para desactivar la crisis", dice el doctor Ponce Guadian.
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Finalmente, se debe admitir que una solución estable ante una crisis en una zona muy conflictiva y devastada por la guerra, va a ser muy difícil: "no va a lograrse de la noche a la mañana, pero la ruta es lograr un mínimo de acuerdos e implementarlos", puntualiza el investigador.