"El secretario general condena enérgicamente el monstruoso ataque contra un hospital en Kabul que mató e hirió a decenas de personas, incluidos mujeres y niños", dice el comunicado.
Añade que Guterres "expresa su más sentido pésame a las familias de las víctimas, así como al Gobierno y al pueblo de Afganistán".
Según el portavoz, "los ataques dejaron decenas de muertos en las provincias de Balkh, Khost y Nangarhar".
"Mientras el mundo felicitaba a las enfermeras, quedé consternado y horrorizado de escuchar sobre un ataque contra un hospital de MSF [Médicos Sin Fronteras] en Afganistán que provocó la muerte de enfermeras, madres y bebés", dijo Ghebreyesus en una rueda de prensa.
Subrayó que el ataque se produjo el Día Internacional de las Enfermeras, en "un momento para celebrar a los trabajadores de salud que están en la vanguardia para salvar vidas de los pacientes con el COVID-19, ébola y muchas otras enfermedades".
A su vez, la organización humanitaria internacional MSF condenó el ataque contra el hospital, se afirma en un comunicado de la organización al que tuvo acceso Sputnik.
"Mientras que las mujeres embarazadas y menores, que son los más vulnerables, intentaban recibir la ayuda médica, se produjo un ataque que duró varias horas. MSF condena este acto de violencia cobarde, que costó la vida a numerosas personas y privó a mujeres y niños en Kabul de ayuda médica básica cuando el acceso a esta ya está restringido", dice el comunicado.
Se comunica también que hay indicios de que al menos uno de los empleados de MSF falleció en el ataque.
El 12 de mayo, una bomba explotó durante el funeral del jefe de policía del distrito Khewa, en la provincia de Nanganhar (este). El ataque mató a 24 personas e hirió a otras 68.
Ese mismo día en Kabul varios hombres armados irrumpieron en un hospital del distrito Dasht-e-Barchi tras realizar un ataque con bomba en su entrada, matando a 14 personas e hiriendo a otras 15.
