Los turcos "aplicaron el gas químico de fósforo contra los civiles", afirmó Ahmed durante su discurso en el Congreso de EEUU.
Según Ahmed, la ofensiva turca en el noreste sirio causó la muerte de 250 personas, la mayoría de los cuales eran niños; obligó a 300.000 civiles a abandonar sus hogares, mientras otros 300 se dan por desaparecidos.
Además, según sus datos, varios terroristas de ISIS (autodenominado Estado islámico, proscrito en Rusia y otros países), incluidos seis franceses y dos belgas, escaparon de la cárcel durante la operación de Ankara.
Turquía comenzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el norte de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y delimitar una "zona segura" para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
Una semana después, Ankara acordó con Washington suspender la operación y la retirada de las fuerzas kurdosirias de la zona de seguridad.
Además se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarán el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros en un plazo de 150 horas a contar desde el mediodía del 23 de octubre, momento en el que dará comienzo el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
Según el canciller de Turquía, Mevlut Cavusoglu, la operación turca en Siria está suspendida pero no concluida y puede reanudarse en caso necesario.