"Hay preocupaciones de que la situación se empeore en los próximos días", dijo Zerihoun en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU.
Señaló que "la fuerza debe usarse solo en caso extremo mientras que las muertes de personas deben ser investigadas por las autoridades y en esa relación seguimos llamando a las fuerzas de seguridad de Israel a actuar con la máxima moderación para evitar víctimas".
Decenas de miles de palestinos (30.000, según el Ejército israelí), en su inmensa mayoría jóvenes, se manifestaron en seis campamentos levantados por Hamás junto a la verja de Israel.
Convocada por el movimiento Hamás, la Marcha del Retorno coincidió con el Día de la Tierra, cuando los palestinos protestan por la expropiación de tierras por parte de Israel tras un incidente ocurrido en 1976, en el que murieron seis palestinos de Israel.
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El Ejército declaró que dos palestinos armados abrieron fuego contra los soldados israelíes que había junto a la verja, y en represalia, la aviación israelí bombardeó posiciones de Hamás en la Franja.
Durante la jornada también hubo protestas en distintas poblaciones de Cisjordania, que se saldaron con decenas de palestinos heridos.
El presidente palestino, Mahmud Abás, decretó una jornada de duelo que se celebrará el sábado en todos los territorios ocupados.