"El Gobierno turco abrió las fronteras antes decenas de miles de terroristas para que entraran en Siria", dijo el diplomático.
"Nosotros enviamos al Consejo de Seguridad de la ONU y a los comités especializados, así como a la OPAQ más de 140 cartas que contenía información verificada de que los grupos armados terroristas cuentan con sustancias químicas", subrayó el diplomático sirio, que lamentó que el secretariado de Naciones Unidas no utilice esos datos.
El representante permanente ante la ONU reveló que solo hace unos días transmitió personalmente una parte de esa información a los miembros del Consejo de Seguridad.
Según Jaafari, los grupos terroristas, siguiendo instrucciones provenientes de Ankara, desfalcaron además las fábricas de Alepo y se apropiaron de bienes por decenas de miles de millones de dólares.
Pero Turquía no se limitó a esos delitos contra el pueblo sirio, pues además comenzó una invasión directa de su territorio en Afrín.
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El 20 de enero, Ankara y sus aliados del opositor Ejército Libre Sirio lanzaron la Operación Rama de Olivo en el cantón de Afrín, provincia noroccidental siria de Alepo.
La operación va dirigida contra grupos yihadistas y las YPG, que representan el brazo armado del Partido kurdo-sirio de la Unión Democrática.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 10 января 2018 г.
Para Turquía, las YPG son además una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, que Ankara cataloga como una organización terrorista.
Damasco condenó la operación turca al subrayar que Afrín es una parte inalienable del territorio sirio.