"Las partes deben resolver sus problemas por una vía política y de negociaciones. Invitamos a todos a mostrar la calma y la moderación", declaró en rueda de prensa el portavoz de la Cancillería iraní, Bahram Qasemi.
Al mismo tiempo, volvió a criticar la cumbre árabe-estadounidense que tuvo lugar en la capital saudí el 21 de mayo.
"El mal momento de la cumbre de Riad y la lista errónea de participantes podría llevar a consecuencias adversas debido a la intromisión extranjera en asuntos regionales", dijo.
El presidente de EEUU, Donald Trump, había afirmado en Riad que Irán proporciona financiación, entrenamiento y armas a milicias y terroristas que propagan el caos y la destrucción en el Medio Oriente, en particular en el Líbano, Irak, Yemen y Siria.
Lea más: Irán empieza a enviar alimentos a Catar en medio del aislamiento
El portavoz de Exteriores iraní respondió a ello que Trump aplica una política de "iranofobia".
El 5 de junio, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos rompieron las relaciones diplomáticas con Catar por su supuesto apoyo al terrorismo.
Al boicot diplomático se sumaron posteriormente Libia, Yemen, Maldivas, Mauritania y Comoras; Jordania y Yibuti redujeron el nivel de sus lazos diplomáticos con Doha; Senegal, Chad y Níger llamaron a consultas a sus embajadores en Catar.
La crisis se desató después de que la agencia de noticias catarí QNA publicara unas supuestas declaraciones del emir Tamim bin Hamad Thani a favor de la normalización de las relaciones con Irán.
El Ministerio de Exteriores de Catar afirmó más tarde que el polémico discurso era falso, obra de piratas informáticos que habían atacado el sitio web de la agencia, pero Arabia Saudí, Bahréin y Emiratos Árabes Unidos dieron poco crédito a la explicación.