El alcalde de Diyarbakir, Firat Anli, informó a la agencia que alrededor de 50.000 habitantes de los 70.000 abandonaron sus casas.
En diciembre de 2015, Ankara declaró el toque de queda en varias localidades de mayoría kurda en el sureste del país, en particular, en Cizre y Silopi de la provincia de Sirnak, en el distrito histórico de Sur de la ciudad de Diyarbakir, y también en la ciudad de Nísibis de la provincia de Mardin.
En Sur y Cizre se registraron encarnizados enfrentamientos entre fuerzas turcas y combatientes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), prohibido en Turquía.