"Una de las lecciones que hemos sacado en los últimos 15 años es que Occidente no puede dictar soluciones a estos países", dijo John Sawers en su primera entrevista a Financial Times desde la dimisión en noviembre pasado, "ellos tienen que encontrar su propio camino", matizó.
Agregó que la rígida postura adoptada por Occidente en las dos o tres últimas décadas "creó un abanico de problemas y ahora las turbulencias a las puertas de Europa presentan otra serie de problemas, aún más agudos porque el caos en Siria, Irak, Libia y Yemen representa para nosotros nuevos desafíos", dijo el exjefe de MI6.
Los miles de europeos que se unieron a las filas del Estado Islámico y Al Qaeda representan una seria amenaza porque "se encuentran miles kilómetros más cerca de lo que estaban antes en Afganistán, aprenden de su propia experiencia y adoptan tácticas mucho más crueles".
La expansión del Estado Islámico (EI) que autoproclamó un califato en amplios territorios de Irak y Siria se convirtió en uno de los mayores problemas del 2014.
Según las estimaciones de la CIA, el grupo cuenta con unos 30.000 insurgentes.
Al combatir en Siria contra las fuerzas gubernamentales, el EI se granjeó la fama de ser uno de los grupos más crueles.
Dio muerte a miles de personas, tomó como rehenes a varios miles, otros centenares de miles se convirtieron en refugiados.
Diversas ONG han denunciado que las minorías en las zonas ocupadas por el EI son objeto de ejecuciones, conversiones forzadas, secuestros, torturas y violencia sexual.
En agosto, una coalición internacional liderada por EEUU comenzó bombardeos contra las posiciones del EI en Irak, y en septiembre en Siria, donde no cuenta con el consentimiento de las autoridades locales.
