"Expresamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas, especialmente las de nuestros ciudadanos, y deseamos una pronta recuperación a los heridos", dice el comunicado de la Cancillería.
Ankara calificó el ataque de "una nueva y una grave manifestación del creciente racismo e islamofobia".
La nota advierte que la indiferencia hacia la lucha contra la xenofobia que crece en Europa, lleva al aumento de ataques de este tipo.
"Es tiempo de exigir el fin de estos ataques, de lo contrario, el racismo y la xenofobia podrían alcanzar proporciones mucho más graves", indica el texto.
En este contexto, la Cancillería instó a los países europeos a "unirse contra el racismo y la xenofobia".
Por su parte el embajador de Turquía en Berlín, Ali Kemal Aydin, precisó al canal turco NTV que "cinco ciudadanos turcos murieron en un vil ataque en Hanau".
Más tarde, la Policía informó del hallazgo de dos cuerpos más, entre ellos el del supuesto tirador que habría escapado en su auto de la escena.
El titular del Interior del estado federado de Hesse, Peter Beuth, citado por el canal n-tv, confirmó que el atacante es un tal Tobias R., residente de Hanau, de 43 años, hallado muerto en su casa, al lado del cadáver de su madre, de 72 años.
El periódico Bild publicó que el presunto tirador había dejado una confesión en una carta y en un vídeo. En el escrito, habla supuestamente de destruir a personas que ya no pueden ser expulsadas de Alemania.