"Desde hace varios meses, Francia ha sido objeto de repetidas acusaciones, ataques infundados y afirmaciones descabelladas", dijo el ministerio en un comunicado, calificándolas de "sin precedentes" desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
La France rappelle son ambassadeur en Italie "après des attaques" "sans précédent" (Quai d'Orsay à l'AFP)
— Gaël Vaillant (@GaelVaillant) February 7, 2019
La France rappelle son ambassadeur en Italie pour consultations à la suite de "déclarations outrancières", qui n'ont "pas de précédent depuis la fin de la guerre" (Porte-parole du Quai d'Orsay via Reuters)
— Jean-Baptiste Huet (@jbhuet) February 7, 2019
"Todas estas medidas crean una situación grave que cuestiona las intenciones del Gobierno italiano y sus relaciones bilaterales con Francia. A la luz de esta situación sin precedentes, el Gobierno francés ha decidido retirar al embajador de Francia en Italia para celebrar consultas", añadió.
El texto de la nota apunta que "una cosa es discrepar sobre algo, pero otra es instrumentalizar las relaciones con objetivos electorales".
"Los recientes casos de injerencia constituyen una nueva provocación inadmisible", porque "violan el respeto hacia la elección democrática del pueblo amigo", indica.
El 6 de febrero la Cancillería gala catalogó de "provocación" el encuentro que sostuvo el vicepresidente del Gobierno italiano y también líder del Movimiento 5 Estrellas, Luigi Di Maio, con uno de los dirigentes de los chalecos amarillos, Christopher Chalençon.
Según el portavoz del vice primer ministro italiano, a la reunión asistió además un representante destacado del Movimiento 5 Estrellas, Alessandro Di Battista, y otros activistas del Referendo de Iniciativa Ciudadana, con el que los chalecos amarillos planean presentarse conjuntamente a las elecciones al Parlamento Europeo de mayo.
Audio: Chalecos amarillos: ¿han firmado su 'sentencia de muerte'?
Anteriormente Di Maio instó a los chalecos amarillos a no rendirse, agregando que su movimiento estaba listo a ofrecerles el apoyo que necesitaban.
Los manifestantes, que visten prendas fluorescentes, protestaban en un principio por el alza en los precios de los combustibles y los impuestos relacionados, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales y políticas, exigen incluso la dimisión del presidente francés, Emmanuel Macron.
El pasado 7 de enero, Di Maio ofreció públicamente su apoyo a los 'chalecos amarillos', lo que fue rechazado.
