"El punto central para la mayoría de países miembros es la dimensión externa de la migración, es decir, cómo se puede reducir la llegada de inmigrantes que llegan a Europa con la ayuda de traficantes, que en la mayoría de los casos no tienen derecho a asilo", dijo Merkel en una comparecencia conjunta con Pedro Sánchez en Berlín.
En ese sentido, ambos propusieron que los distintos jefes de Estado o de Gobierno de la Unión Europea ejerzan como representantes del club comunitario ante aquellos países del norte de África con los que tengan una relación más estrecha, para llegar a un acuerdo sobre cómo gestionar los flujos migratorios.
"Tenemos que repartir esfuerzos y ser eficaces", destacó Merkel, que abogó por el desarrollo de programas de cooperación que sirvan para que los países de origen de los migrantes "puedan avanzar".
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Estas cuestiones serán debatidas en el próximo Consejo Europeo, que se celebrará 28 y 29 de junio.
"Vamos a acudir a esa cumbre con una actitud absolutamente constructiva, integradora y propositiva, porque la única forma de responder a este desafío es con una respuesta común de la Unión Europea", dijo Sánchez.
Pese a ello, destacó que Madrid está "arrimando el hombro" y "siendo responsable", evitando "estridencias" y proponiendo un debate que no mire solo a los movimientos en las fronteras, sino que proponga soluciones a la gestión de los movimientos secundarios una vez dentro de suelo europeo.
Además de la cuestión migratoria, Merkel y Sánchez discutieron cuestiones como el desarrollo de la unión económica y monetaria de la Unión Europa o la necesidad de que el club comunitario adopte una posición común en sus relaciones comerciales con EEUU.