Estados Unidos, el Reino Unido y Francia lanzaron ataques aéreos contra objetivos gubernamentales múltiples en Damasco el 14 de abril, atacando supuestos laboratorios de armas químicas, así como un complejo militar sirio en Homs. Los ataques aéreos son una respuesta a un reclamo de un supuesto ataque con armas químicas contra Duma a principios de este mes.
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Siria y Rusia han negado las acusaciones, calificándolas de "escenificadas" y "fabricadas".
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Theresa May ha justificado los bombardeos sobre instalaciones sirias del 14 de abril como una acción "humanitaria" para proteger a la población civil del país de los ataques de fuerzas del presidente Bashar Asad.
"Todos los indicios apuntan a un ataque químico (…) y el régimen sirio es el responsable", declaró en la cámara baja del Parlamento de Westminster.
La jefa del Gobierno conservador hizo una declaración en los Comunes sobre la acción militar que emprendió, sin consultar con el Parlamento, en sintonía con Estados Unidos y Francia.
