"Hay que entender que los soldados de paz (rusos) no aparecieron en el (río) Dniéster por casualidad, sino a raíz del conflicto, han sido y siguen siendo garantes de cierta estabilidad", dijo en una rueda de prensa.
El mandatario destacó que todas los asuntos relativos a la presencia de las tropas rusas deben debatirse en el marco del proceso negociador.
"Sin embargo no es realista hablar de su retirada en las próximas semanas o meses; considero que los soldados de paz han cumplido su misión y continúan cumpliéndola", concluyó.
Transnistria, donde los rusos y los ucranianos constituyen el 60% de la población, luchó por separarse de Moldavia antes de la desintegración de la Unión Soviética, al temer que la propagación del nacionalismo empujara a los moldavos a unirse a Rumanía.
Actualmente en la zona del conflicto opera una misión de paz internacional, incluidas las fuerzas rusas.
En las negociaciones de paz participan Moldavia y Transnistria como partes en conflicto, Rusia, Ucrania y la OSCE en calidad de mediadores, y la UE y EEUU como observadores.
Este 17 de enero, tras reunirse con Dodon durante la visita de este a Moscú, el presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró que su país "sigue dispuesto a ser mediador y garante de los acuerdos que puedan ser logrados" entre Chisinau y Transnistria.
"Desde luego, los avances positivos en el proceso negociador que se vislumbraron en 2016 contribuirán a aumentar la confianza entre las partes en conflicto; es necesario buscar un modelo de solución institucional y legal que sea mutuamente aceptable" y se base en las normas del derecho internacional, subrayó el líder ruso.