"La mayor parte de este dinero fue gastada en la guerra, en la que Poroshenko tiene mucho interés. Todos los contratos, relacionados con esta guerra, hasta el último detalle para el Ejército, se ejecutan por las empresas cercanas al presidente. Para ellas es un negocio", apuntó Oníschenko en una entrevista con RT.
Oníschenko explicó su decisión de "hacerlo todo público" por miedo a ser acusado de encubrimiento por los crímenes cometidos por el presidente del país y su equipo.
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El exdiputado, quien trabajó para Poroshenko durante dos años decidió "poner fin a esta actividad", después de lo cual el líder ucraniano inició contra él una causa penal. De esta manera, a Oníschenko se le incrimina de malversación de caudales públicos a gran escala. No obstante, el político logró salir del país para buscar refugio en las capitales europeas ante de que la Rada Suprema diera su consentimiento para su detención. Kiev, por su parte, se dirigió a Interpol para emitir una orden de búsqueda y captura.
El 16 de septiembre Ucrania recibió del FMI el tercer tramo de crédito de 1.000 millones de dólares, en el marco del programa de apoyo financiero, de un total de 17.500 millones de dólares
