En este sentido, el medio Bloomberg estudió el caso de Dinamarca, que no cumple la regla de 'al menos el 2% del PIB anual para la defensa' desde hace ya décadas, alcanzando tan solo el 1.2% del producto interno bruto —unos 3.300 millones de dólares— en 2015.
A pesar de que Dinamarca aumentó su participación en las misiones de la OTAN en Afganistán, Irak, Kosovo, Libia y Siria, su presupuesto militar permanece minúsculo, y los planes para su aumento no tienen muchos partidarios dentro del país.
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Entre el acercamiento gradual de Dinamarca al límite del déficit presupuestario establecido por la UE y la imposibilidad de elevar más los impuestos —los mayores en toda Europa—, el Gobierno danés no podrá cumplir el deseo de Donald Trump en los años venideros. O sea, para hacerlo, debería rechazar el 'Estado de bienestar' a favor de la militarización, algo que la sociedad danesa apenas aprobaría.