Con estos nuevos datos España acumula ya 682.267 positivos confirmados por pruebas PCR y un total de 30.904 fallecimientos entre personas diagnosticadas con COVID-19 desde el inicio de la crisis sanitaria.
Por aquel entonces la primera oleada del virus, que pasó sus picos en los meses de marzo y abril, ya se encontraba en fase descendente gracias al confinamiento generalizado.

En los últimos 14 días España muestra una incidencia acumulada de 287 casos positivos por cada 100.000 habitantes.
Madrid es el territorio con una situación más grave, acumulando una incidencia de 772 casos por 100.000 habitantes, muy por delante de Navarra (622), La Rioja (444) y Aragón (388), que le siguen como los otros territorios más afectados.
Para intentar aplacar la situación, Madrid aplica desde este 21 de septiembre restricciones a la movilidad en hasta 37 áreas de la región, donde más de 855.000 personas no pueden abandonar la zona en la que viven salvo para ir trabajar o por motivos de fuerza mayor.
Del mismo modo, a lo largo y ancho del país las distintas administraciones regionales aplican restricciones y confinamientos perimetrales allá donde lo consideran oportuno.

Esto hace que la presión asistencial crezca de forma más lenta que en la primera oleada, aunque los datos ya empiezan a dar cuenta de la magnitud del problema para los hospitales.
A día de hoy España dedica 10.629 camas de hospital a pacientes de COVID-19, con 1.348 de ellos en unidades de cuidados intensivos.
Esto implica que España tiene el 9,6% de sus camas de hospital ocupadas por positivos de COVID-19, una cifra que se dispara al 25,5% en Madrid, obligando ya a muchos centros a cerrar plantas y aparcar la atención a pacientes con otras patologías.