"Actualmente, más de 100.000 personas están pendientes de una respuesta de la que depende su vida, sin contar aquellas que sufren largas esperas de hasta dos años para formalizar su petición", denuncia la organización.
Los datos publicados por CEAR reflejan que España suma cerca de 7.000 peticiones sin resolver cada mes, unos expedientes que se van a acumulando a los ya pendientes de resolución.
En total, España recibió en 2018 un total de 54.064 peticiones de asilo, lo que implica un crecimiento 74% más que el año anterior, situando al país como el cuarto de la Unión Europea en ese indicador.
En 2018 España fue, además, el principal país de llegadas a la UE por vía marítima, con 58.569, el 51% del total.
Pese a las crecientes cifras de llegadas y solicitudes de asilo, CEAR denuncia que de los 11.875 expedientes resueltos el año pasado por las autoridades españolas, "apenas 575 personas obtuvieron el estatuto de refugiado y 2.320 la protección subsidiaria".
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Esto implica que el 24% de las resoluciones fueron favorables al solicitante mientras que al 76% (8.980 personas) se les denegó la protección.
"El acceso al sistema de asilo enfrenta una grave situación, con largas esperas para formalizar las solicitudes", señala el informe.
Venezuela fue de nuevo el principal país de origen de las peticiones recibidas por España con 19.280 solicitudes de asilo, casi el doble que el año anterior.
Sin embargo, de las 1.525 resueltas, solo 30 lograron el estatuto de refugiado.
Colombia (8.650), Siria (2.775), Honduras (2.410) y El Salvador (2.275) completaron la lista de los cinco principales países de origen de los solicitantes en España.