El sector de los Vehículos de Turismo con Conductor (VTC) amenazó este 23 de enero con dejar de operar en Barcelona si se restringe su actividad, tal y como solicitan los taxistas de la ciudad, que se encuentran en huelga indefinida.
Las empresas mantienen este miércoles su amenaza, aunque están dispuestas a abrir "una mesa de diálogo" y negociar con el Gobierno catalán.
"Si finalmente se aprueban las restricciones a la VTC anunciadas ayer por la Generalitat, no podremos seguir prestando nuestro servicio de UberX en Barcelona. Seguimos a disposición del Govern para trabajar en una regulación justa para todos, que tenga en cuenta a los miles de conductores y usuarios de la VTC en Cataluña", señaló Uber.
En concreto, Calvet anunció la presentación de un decreto ley que prohíbe la geolocalización para las plataformas que ofrecen servicios de conductor por vía digital, al entender que su inmediatez se "equipara" con el servicio del taxi.
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Del mismo modo, el decreto prohibirá el estacionamiento en la calle de los vehículos VTC, por lo que estas plataformas solo podrán atender a clientes que hayan precontratado sus servicios, una demanda de los taxistas, que llevan en huelga varios días colapsando el centro de las ciudades, tanto en Barcelona como en Madrid.
Las compañías avanzan además que estudian solicitar "una compensación patrimonial de más de 1.000 millones" a la Generalitat.
Además, desde Cabify criticaron el trato por parte del Gobierno catalán.
"La reunión con los taxistas duró cuatro horas, la reunión con los representantes de Unauto-VTC duró apenas 30 minutos", afirmó un responsable de Cabify, en referencia a los encuentros que se mantuvieron ayer con el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet.