Para Antonio Marín Segovia, de 58 años, y Manuel Carles Jordán, de 66, el Quijote no solo representa un personaje importante para la cultura española, sino también contiene la esencia del mandatario ruso.
Según el interlocutor de la agencia, su país debería "evitar suscribir sanciones que perjudican también a los agricultores españoles".
"Los de Extremadura tuvieron que arrancar los melocotoneros y las nectarinas, porque antes las exportaban a Rusia y ya no tienen mercado para exportar estas frutas. En Valencia, la naranja y las mandarinas han dejado de exportarse y los agricultores han tenido que arrancar o malvender o dejar que se pudran las frutas", explicó.
Manuel Carles Jordán, por su parte, denunció la parcialidad de una gran cantidad de medios de comunicación.
"En las noticias de los medios españoles la culpa siempre es de Putin o de Rusia", no importa qué pase, sea "una explosión en Marte o un derrumbe de un puente", observó el actualmente jubilado exconsejero de empresa y expolicía español. Y añadió que se culpó a Rusia incluso de la actividad del movimiento independentista en Cataluña.
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El turista opinó que "se trata de una campaña permanente de hostigamiento hacia Rusia y su presidente, en la que participan EEUU, la Comunidad Económica Europea e Israel".
Jordán subrayó, asimismo, que "no puede existir una Europa sin la Federación de Rusia, país que ha plantado cara al fundamentalismo islámico y ha denunciado las injerencias estadounidenses".
Al principio, los españoles tenían intención de llevar la estatua directamente al Kremlin, incluso enviaron una carta allí. Sin embargo, el acceso a la sede de la Administración del presidente de Rusia está restringido y comprende mucho papeleo. En consecuencia, no lograron obtener el permiso a tiempo para las fechas de su viaje a Moscú.
Sin embargo, visitaron el Kremlin como turistas, así como la galería Tretiakov, la Plaza Roja, la céntrica calle de Arbat, entre otros lugares de interés de la capital rusa.
"Hay respeto a los edificios y los monumentos. (…) Es una ciudad acogedora, de precios razonables, personas muy educadas y agradables. Estamos impresionados por la limpieza, no hay basura ni colillas", concluyeron los turistas.
La agencia Sputnik se encargará de pasar el regalo a la Administración del presidente Putin.
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