De acuerdo con la información ofrecida por este medio, el expresidente catalán continuará en Bruselas, donde "dispondrá de reconocimiento y atribuciones políticas".
La decisión de Puigdemont de dar un paso al costado se debe —siempre según la información del citado medio catalán— a que los partidos independentistas tienen "muy asumido" que éste no podrá ser investido de manera efectiva.
El Tribunal Constitucional ya anunció la suspensión cautelar de una eventual investidura del líder independentista en lo supuesto de que ésta sea telemática o se produzca sin comparecer antes ante el Tribunal Supremo, lo que previsiblemente conllevaría a su encarcelamiento.
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Ante las dificultades legales que plantea su investidura, los partidos independentistas habrían optado por una estrategia distinta, que en un primer término pasaría por intentar la investidura de Jordi Sànchez, antiguo presidente de la Asamblea Nacional Catalana y actual diputado de la coalición Junts Per Cataluña.
La información ofrecida por NacióDigital apunta a que otra de las opciones que barajan los partidos independentistas es intentar la investidura de Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana y vicepresidente del Gobierno catalán en la pasada legislatura, que también está en una prisión madrileña.
No obstante, dado el complejo escenario legal que afrontan algunos de los máximos líderes políticos del independentismo, la opción que se presenta como mejor situada para asumir el cargo de manera efectiva —al menos mientras no haya una inhabilitación por parte de la Justicia española— es la Jordi Turull.
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Turull, que actualmente es diputado de Junts Per Catalunya, fue el portavoz del Gobierno catalán en la pasada legislatura y, además, fue uno de los integrantes del mismo que pasó dos meses encarcelado de manera preventiva en el marco de la causa que instruye el Supremo.