No hay dudas que un ataque terrorista tiene consecuencias psicológicas no solo en las víctimas directas sino en el resto de la población, por lo que el abordaje del bienestar psicológico de los barceloneses después del atentado de la Rambla ha sido analizado por las autoridades sanitarias de la Ciudad Condal.
La estrategia para atender la salud mental de la población después del atentado incluye los aspectos sanitario, psicológico y socialy prioriza la atención a las personas afectadas directamente. Más de 30 profesionales de la psicología ofrecieron atención tanto telefónica como presencial a 730 personas afectadas, además del personal de 170 comercios de la Rambla y a 80 profesionales que trabajaron durante el suceso.
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A partir del 17 de octubre, la atención a las personas afectadas se integrará en la red primaria de salud, para poder hacer un seguimiento a largo plazo, y dejará de ser una atención de emergencia para pasar a ser una atención normalizada, informa el diario.
Tampoco se ha olvidado a la población musulmana que vive en Barcelona, ya que se considera que puede resultar doblemente afectada y por ello se prevén actuaciones a través de grupos psicoeducativos.
El artículo refiere que también se llevarán a cabo acciones dirigidas a la ciudadanía en general, para poder gestionar el sentimiento de miedo ante un nuevo atentado, a partir de un plan de comunicación con mensajes claros que se diseñará a lo largo de los próximos meses.
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El diario cita a la teniente de alcaldía de Derechos Sociales, Laia Ortiz, quien ha destacado la importancia de estar en contacto con ciudades que han vivido situaciones similares. "El conocimiento adquirido por ciudades como París o Madrid nos facilita el camino", ha manifestado.
